La clasificación de los seres vivos, como cualquier sistema de organización de conceptos e ideas, no tiene una importancia o fin en su mismo, sería solo un interesante ejercicio intelectual.
La importancia radica en las potenciales aplicaciones, que no tienen límite: por ejemplo, gracias a esta clasificación hemos aprendido de lo diverso que es el planeta. Se les ha dado nombre científico a más de 1.8 millones de especies (se estima que existen entre 10 y 100 millones). Con lo datos que existen podemos darnos cuenta de que muchas especies están en peligro de extinción.
Para poder comprender nuestra evolución como especie, es útil darnos cuentas de nuestra relación y parecido con el resto del reino animal; para esto se comparan por ejemplo las "distancias" evolutivas de diferentes especies, para comprender mejor nuestro propio proceso evolutivo.
Gracias al trabajo de muchas generaciones de científicos, hemos ido comprendiendo conceptos como el de la selección natural, clave en el estudio de los seres vivos, y poder explicar su presencia y características particulares en la Tierra.
¿Cómo clasificar todos los seres vivos de forma coherente?
Utilizamos las especies como unidades y luego vamos agrupando especies
emparentadas evolutivamente en categorías cada vez mayores. El término general de “categoría” es taxón.
La taxonomía es la disciplina que se ocupa de crear la clasificación de los seres vivos.
En el siglo XVIII un científico llamado Carl Linneo propuso un sistema de clasificación basado en la proximidad anatómica, es decir, en la presencia de determinados caracteres que él consideraba fundamentales y común para un mismo grupo.
Este sistema se organiza en categorías (o taxones) que incluyen a otras. Así:
Reino o División o Filum
Clase
Orden
Familia
Genero
Especie
Cuando se necesitan más categorías (taxones) intermedias se utilizan los prefijos "sub" y "supra", así por ejemplo, si necesitamos subdivisiones entre Familia y Orden:
Orden o Suborden
Superfamilia
Familia
Ejemplo: el hombre
Reino: Metazoos (animales).
o División: Cordados (vertebrados) (con sistema nervioso dorsal en un cordón).
Clase: Mamíferos (con glándulas mamarias que producen leche).
Orden: Primates (con pulgar oponible en las extremidades).
Familia: Homínidos (desarrollo del cerebro, tendencia al bipedismo -andar
sobre dos extremidades-).
Genero: Homo (caminan erguidos, poseen cultura ).
Especie: Homo sapiens (desarrollo de mentón, frente recta).
Así pues, cada especie tiene un nombre científico formado por dos palabras (ej: Homo sapiens). La primera se refiere al Género en el que está incluida, la segunda (que se escribe siempre con minúscula) se refiere a la especie concreta. Dentro del Género "Homo" sólo hay una especie, pero hubo otras: Homo neadenthalensis, Homo erectus,...
Otro ejemplo: el perro Canis familiaris y el lobo Canis lupus son dos especies distino pero pertenecen al mismo Género, el género Canis.
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